Presentación del Ballet de Monterrey en Guadalajara, con la obra Giselle.

El Ballet de Monterrey conquista el corazón de Guadalajara con “Giselle”

El pasado fin de semana, el Ballet de Monterrey cautivó al público tapatío con una de las obras más emblemáticas del repertorio romántico: Giselle. Bajo la dirección artística de Yosvani Ramos y la dirección musical de Rodrigo Macías, acompañados por la Orquesta Solistas de América, la compañía ofreció dos funciones memorables en la Sala Plácido Domingo del Conjunto de Artes Escénicas, logrando un lleno casi total y un recibimiento caluroso por parte del público de Guadalajara.

Desde los primeros compases, el ambiente se llenó de emoción y expectación. Las familias, los aficionados al ballet y nuevos espectadores fueron testigos de una interpretación profundamente conmovedora, en la que la música en vivo, la impecable ejecución técnica y la expresividad de los bailarines se unieron para ofrecer una experiencia multisensorial de gran calidad artística.

La puesta en escena destacó por su escenografía deslumbrante, que evocó la vida campesina del siglo XIX con detalles minuciosos —casas rurales, flores silvestres y una iluminación cálida— que acompañaron el tono alegre y romántico del primer acto. En contraste, el segundo acto transportó a los asistentes a un paisaje etéreo e invernal, donde las willis —los espíritus femeninos que danzan en la oscuridad— crearon un ambiente hipnótico que dejó al público sin aliento.

El cuerpo de baile del Ballet de Monterrey desplegó una precisión y sincronía sobresalientes, reforzando la intensidad dramática de cada momento. La protagonista, con una interpretación llena de sensibilidad, llevó al público por un recorrido emocional que fue de la inocencia a la tragedia, arrancando aplausos prolongados y ovaciones de pie al final de cada acto.

La orquesta, por su parte, interpretó con maestría la partitura de Adolphe Adam, acentuando los contrastes entre la dulzura pastoral del primer acto y la atmósfera sombría y melancólica del segundo. El resultado fue una función que unió la tradición del ballet romántico con una lectura contemporánea, sin perder la pureza de su esencia original.

Con esta presentación, el Ballet de Monterrey reafirma su compromiso de llevar la excelencia artística a todo el país, compartiendo con nuevas audiencias la belleza y la emoción del ballet clásico. Guadalajara respondió con entusiasmo, consolidando una vez más el vínculo entre el público jalisciense y una de las compañías más importantes de México.

La gira nacional de octubre continúa con nuevas fechas en distintas ciudades, llevando consigo la pasión, disciplina y arte que caracterizan al Ballet de Monterrey.