Giselle, del Ballet de Monterrey

“Giselle” deslumbra al público regio con una producción de alto nivel internacional

Con una producción de altísimo nivel artístico, el Ballet de Monterrey presentó su temporada de otoño con la emblemática obra Giselle, conquistando nuevamente al público regio con una interpretación deslumbrante de este clásico romántico del siglo XIX.

Bajo la dirección artística de Yosvani Ramos, la compañía ofreció seis funciones completamente distintas, con elencos principales renovados cada noche, una hazaña pocas veces vista incluso en grandes casas de ballet internacionales. “Tener seis elencos distintos en seis funciones es una prueba del enorme talento que tenemos hoy en día en el Ballet de Monterrey”, señaló Ramos.

Después de diez años sin presentarse en su versión completa de dos actos, Giselle regresó al repertorio del BdM con una coreografía firmada por Ramos, inspirada en la versión original de Jules Perrot y Jean Coralli (1841), pero enriquecida con detalles que evocan el legado de Marius Petipa, como el pas de deux del primer acto entre Albrecht y Giselle, rescatado de la versión rusa.

Esta nueva producción elevó el estándar técnico y escénico del Ballet de Monterrey, con un cuerpo de baile de 24 willis —el más numeroso en la historia reciente de la compañía—, equiparando la magnitud visual de producciones del Royal Ballet y la Ópera de París.

El resultado fue una puesta en escena de gran belleza y precisión, que envolvió al público en la atmósfera de amor, locura y redención que define a Giselle. La Gran Sala del Teatro de la Ciudad se colmó de espectadores que respondieron con ovaciones al impecable trabajo de los bailarines y a la Orquesta del Ballet de Monterrey, dirigida magistralmente por Felipe Tristán, cuya interpretación de la partitura de Adolphe Adam amplificó cada matiz emocional de la obra.

Entre los intérpretes más destacados, Laura Barbosa deslumbró por su delicadeza y dominio técnico en el rol titular, mientras Michel Parreño encarnó a Albrecht con elegancia y fuerza escénica. Abigail Miranda, Gael Ventura y Marco Cantú completaron un elenco de gran madurez interpretativa, acompañado por la impecable actuación de Laura Rodríguez como Myrtha, la reina de las willis.

La temporada incluyó además la participación especial de los bailarines invitados Greta Elizondo y Argenis Montalvo, de la Compañía Nacional de Danza, como parte del intercambio artístico impulsado este año entre ambas instituciones. “Queremos que esta colaboración entre las dos compañías más importantes de México continúe; el trabajo conjunto siempre eleva el nivel de todos”, destacó Ramos.

La respuesta del público fue entusiasta y constante durante las seis funciones, reafirmando el liderazgo del Ballet de Monterrey como una de las compañías más sólidas y admiradas de América Latina. Con Giselle, el BdM no solo rindió homenaje a la tradición romántica del ballet, sino que también confirmó su vocación de excelencia, innovación y colaboración al más alto nivel internacional.